Empezó siendo una forma de mantenerme en forma diferente, con entrenamientos muy variados con los que era imposible aburrirse y por lo tanto una forma de hacer deporte todas las semanas sin esfuerzo. Con el tiempo, ha resultado ser mucho más, aportándome confianza en esos momentos en los que las mujeres desgraciadamente pasamos miedo, ya sea volviendo de noche de fiesta, en el garaje a la noche o en cualquier situación similar. Sigo teniendo miedo, pero creo que mi cabeza y mi cuerpo estarían preparados para hacer algo si la situación lo requiriera. El Krav ahora mismo me aporta una serie de cosas que no me han dado ni las artes marciales ni otros deportes; el krav me mantiene en forma, me da seguridad, me despeja la mente, me ha descubierto a gente increíble y además, es divertido.

Shadara Oliden